El verano pasado mi hermana me dio varias prendas para reciclar.
Siempre me guarda retales y telitas monas. "Tú que lo reciclas todo.....ya le encontrarás el apaño"- me dijo
Y tenía razón. Esta mañana buscaba una tela para forrar un bolso y pensé en esta camisa. Simplemente tenía una mancha de lejía en un puño.
Apunto de meterle tijera estaba cuando decidí probármela y no pude hacerlo. Así las cosas, no me quedó otra alternativa que pensar en rehacer los puños.
Pensé en las puntillas de los tapetes que hacía cuando era pequeña para mi madre y dándole un toque de color en los tonos de la camisa....Voilà!!!! El resultado me encanta, tiene un suave y delicado toque romántico.